¿Por qué se Lesionan Tantos Caballos? (2ª parte).
Y esta es la continuación de la primera parte del articulo de Tomas Mateo, que nos sigue enumerando las posibles causas de lesiones de los caballos.
Esta es la continuación:
¿Por qué se lesionan tantos caballos? (2ª parte)
Este artículo es la continuación a la primera parte del mismo título, el cual puede leerse aquí: http://www.tomasmateo.com/2016/10/porque-se-lesionan-tantos-caballos-1.html
En el anterior, enumerábamos 6 posibles causas de lesiones, y en este, añadimos otras 7 más, que igualmente habremos de tener en cuenta a la hora de elegir, entrenar y en definitiva, cuidar en un caballo. Aunque antes de entrar en materia, me gustaría decir que sin duda es este un tema que parece interesar a mucha gente, ya que dicha primera parte, ha llegado a un nivel de lecturas record para mi página web, casi a las 40.000 en menos de cinco días, y ha sido enormemente difundido a través de diferentes redes sociales. Esperemos que todo esto sirva para que nos concienciemos de la cantidad de factores, la mayoría evitables, que pueden intervenir a la hora de provocar lesiones en caballos.
7_Mala conformación.
En cuanto a la conformación, hay una ecuación que debemos tener en cuenta: a peor conformación y mayor rendimiento se le exija, más posibilidades hay de lesión. Y si bien hay una serie de bases comunes conformacionales que son las adecuadas para todos los caballos (buenas extremidades, de cañas cortas y antebrazos robustos; corvejones potentes y bien formados; dorso fuerte y elástico, cuello armónico, etc.), según la disciplina que el caballo vaya a practicar, habrá ciertos detalles que deberán hacer que busquemos una determinada conformación determinada u otra.
Esto, que lo hemos descrito en un solo párrafo, es de vital importancia, y de no tenerlo en cuenta, estaremos jugando con fuego, ya que hay caballos que debido a ciertas limitaciones conformacionales, si tienen una vida tranquila como caballos de ocio, no presentarán mayor problema, pero si se les implica y a cierto nivel en una disciplina hípica para la que sus cuerpos no sean los más adecuados, los problemas vendrán tarde o temprano. Sobre todo, porque cómo hablábamos en la primera parte, en el apartado de entrenamientos, no todo el mundo suele tener ni los conocimientos para dar el entrenamiento más adecuado, ni sabe dar a los caballos el tiempo que realmente necesitan para practicar una disciplina hípica con solvencia y con el menor riesgo posible de lesiones.
8_Usar equipamientos no adecuados.
Aquí hay que distinguir dos clases de equipamiento no adecuado:
1_El que no lo es para ningún tipo de caballo, tales como cinchas rígidas y estrechas, monturas con los bastes en mal estado, determinados tipos de embocaduras, rendajes fijos que van a la boca, etc.
2_Y equipamientos que si pueden ser adecuados para ciertos caballos pero no lo son para otros. Es una cuestión de lógica y de tamaño, por los mismos motivos que un niño de 8 años no usa las mismas prendas que una persona de 35, ni una persona de 1,65 y que pese 58 kilos usará las mismas prendas que alguien de 1,88 y 90 kilos de peso. En personas nos parece lógico. ¿Por qué entonces en caballos seguimos viendo que hay jinetes que usan la misma montura con todos los caballos que montan? ¿Es que un Hispanoárabe de 1,58m y de 475 kilos tiene el mismo cuerpo que un KWPN de 1,75 y de 575kilos de peso? “Es que es una montura muy cómoda y es la que uso con todos los caballos”, es la frase con la que por lo general me responden. ¿Pero cómoda para quién? ¿Para el caballo o para el que lo monta? Después no nos quejemos si aparecen lesiones de dorso (las cuales pueden ser creadas por una montura inadecuada en menos tiempo del que nos imaginamos), protestas al subirnos encima, y todos esos problemas que al final se suelen meter en el mismo saco, el que comúnmente se conoce como “dorso frío”, y que no es más que un cúmulo de problemas creados en su mayoría por los jinetes, tales como: haber empezado a montar al caballo con tres años o menos; no practicar rutinas de entrenamiento adecuadas pie a tierra para fortalecer dorso; no usar una montura adecuada a la conformación del dorso de ese caballo; abusar del trabajo montado y en posturas agresivas con el dorso, etc.
El equipamiento no adecuado es una causa de lesión tan importante como desconocida. Para saber más de cómo las monturas pueden lesionar un caballo, puedes visitar la web de Julia Field: http://www.saddlefit101.com/
Así que este es uno de los puntos con los que más choco con propietarios, jinetes, etc. Igualmente cinchas que aprietan y no dejan respirar al caballo por ser muy estrechas y carecer de elásticos a ambos lados; monturas que aunque presenten buen estado no se ajusten a la conformación del caballo; y me quiero detener un momento, en el uso excesivo de protectores y sobre todo de vendas, en esa afición desmesurada de vendar a los caballos de Doma Clásica como si fueran auténticas momias del Egipto más misterioso.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los vendajes, hay que saber muy bien cómo ponerlos, ya que de apretar lo más mínimo, impiden el correcto riego sanguíneo de una zona tremendamente importante, puesto que por las cañas pasa la sangre que sube y baja hacia los cascos. Pero lo peor no es eso, sino que en cuanto el caballo empieza a moverse, las cañas, no solo por el propio movimiento del caballo, sino por estar tan cerca del suelo y de los impactos del casco, suben de temperatura. Ese aumento de temperatura lógico y necesario en la actividad y ejercicio del caballo, sube más de la cuenta por las vendas, por lo que se produce una hipertermia y el sistema de refrigeración natural del caballo, no puede enfriar una zona que nunca nos interesa que suba más grados de lo recomendable, pues es un proceso que puede causar destrucción de células si sube más grados de la cuenta y por una cierta duración de tiempo. Esto, que en invierno y en determinados países centroeuropeos no puede ser un gran problema por el frío, en nuestro país, que no se caracteriza por el frío, y mucho menos en primavera y en verano, puede llevar a un sobrecalentamiento muy peligroso de los tendones que se encuentran totalmente tapados por las vendas.
Como toda sobreprotección, causa más perjuicio que beneficio. No solo sobrecalentamos una zona que es vital que se mantenga fresca, sino que obstruimos la capacidad psicomotriz del caballo. ¿Hay algún ser humano que se vende brazos y piernas de esta manera para hacer ejercicio?
En resumen, y con respecto al equipamiento inadecuado, hemos de tener en cuenta que el caballo siempre tratará de adoptar posturas que sean menos dolorosas para él cuando le coloquemos cosas que le provoquen dolor o molestias, y esto, en poco tiempo, puede crear una serie de hábitos que más tarde van a ser muy complicados de eliminar, los cuales pueden desembocar en resabios, en posturas causantes de lesiones, o ambas cosas.Por otro lado, como ocurre con al abuso de las vendas, hay elementos que si bien no causan dolor propiamente, si que pueden desembocar en determinadas lesiones.
El articulo completo en:TMC Entrenamiento Equino: ¿Por qué se lesionan tantos caballos? (2ª parte).