Normas de Educación Cuando Trotamos ó Galopamos por el Campo.

Hacedora Barefoot por los olivos y sobre cantos rodados.

Normas de Educación Cuando Trotamos ó Galopamos por el Campo.

• Esta mañana, cuando galopaba por las carreteras del Gran Hipódromo de Dos Hermanas (Sevilla), final de uno de los circuitos por donde discurren mis entrenamientos, me venia de frente un camión, y al ver el conductor a la yegua galopando, no solo paró la marcha del camión, sino que paró el motor, le salude levantándole la mano, dándole las gracias y seguí mi galope.  No es muy normal este acto de precaución de un vehículo  cuando se cruza con un jinete montado a caballo.

• Seguía mi galope por el asfalto, y una vez superado al camión  y como por la carretera no hay que estar tan atento a los agujeros del camino, se me vino a la mente este articulo y relacionarlo con lo hablado este pasado domingo en el último raid en el que hemos estado.

• Comentábamos en charla amigable este pasado domingo, de lo acaecido en esta y otras pruebas, y salio lo de adelantar a caballos en una carrera y de aquí quiero sacar las conclusiones de lo que yo hago en circunstancias similares y  creo que es lo que se debería hacer.

• Cuando entrenamos ó competimos, hay circunstancias en las que hay que adelantar a caballos más lentos, pero nuestra velocidad no es patente de corso, hay que avisar a los jinetes a los que vamos a adelantar.

• Me decía una amiga, que un día en una prueba, vino un caballo a muchísima velocidad y pasó entre ella y su acompañante, como elefante por una cacharreria, casi desmonta a una de ella. Posteriormente, y en el discurrir de la prueba, trotaba con otros jinetes de otras categorías y a menor velocidad.

• Yo os cuento lo que hago, cuando troto ó galopo por caminos de herradura ó carriles y me acerco a caminantes paseando: Cambio el aire, paso al trote y voceo !!!CABALLO VA!!!,  y me pongo al paso hasta que los supero.

• Distinto es cuando me cruzo con un caballo ó caballistas en grupo, aquí como ya me ven de frente, me pongo al paso a una distancia en la que no se asusten los caballos y hasta que los supero, ya que los caballos al paso y de aficionados, nunca se sabe como pueden reaccionar al cruzarse con un caballo trotando ó galopando, lo más normal es que se retroten y alguno se pueda ir de caña con el consiguiente susto para su jinete.

• Este simple acto de ponerse al paso, en un corto espacio de tiempo, no entorpece mucho el entrenamiento, es más,  puede ser un acto más de doma y sometimiento de nuestro caballo y un poco de descanso para el.

• Las buenas maneras montado a caballo, nunca se deben  perder,  la educación tiene que ser la norma habitual de todo «caballista», como le gusta a mi amigo José Manuel Sales «El Cura» que le llamen. Lo que se debe de hacer cuando nos cruzamos por los caminos, con cualquier caminante, ciclista ó caballista, es el dar los buenos días, buenas tardes ó buenas noche. Aunque los hay que te miran asombrados por recibir un saludo. 

• Quiero recordar a mi padre, gran caballista y persona, que inculcó a todos sus hijos, las  buenas maneras  montando a caballo, ya que de caballos estamos hablando. Cuando entrabamos en el pueblo, -por la sierra era difícil encontrar a alguien-, todos montados a caballo, y eran los tiempos cuando las mujeres tomaban el fresco en la puerta de sus casas, nos poníamos a saludar, uno a las señoras sentadas a nuestra derecha de la calle y el otro a las de la izquierda, (montábamos por parejas, ya que somos muchos hermanos) y cada uno daba las buenas tardes a las distintas señoras de su lado. Bonitos recuerdos de juventud, pero enseñanzas que te quedan gravadas de por vida.

• Pero no todos en el campo, hacen maniobras educadas ó normales, ya que lo normal seria no molestar a los demás y os cuento lo que me paso hace unos días por el campo.  Caminaba con mi yegua por un camino de herradura, lindando e invadido por un barbecho, que en ese momento estaba labrando un gran tractor y con las gradas grande de discos.

• Estaba lejos de nosotros, pero poco a poco se acercaba y yo pensaba que pararía ó bajaría la velocidad para no cruzarse con nosotros, pero no solo no paró, sino que hizo la curva del cambio de besana a la misma velocidad y a pocos metros de nosotros, así que la yegua se puso a botarse al ver ese monstruo que se le venia encima, histérica y a punto de desmontarme, por fortuna me hice con ella y seguimos nuestro camino, pensando en la falta de sensibilidad de un tractorista, que joven, no conoce las normas de educación de las personas de campo, que habitualmente son educadas y cuidan estos detalles, como hizo el buen camionero que paró los caballos de vapor de su camión en beneficio de otro caballo que se cruzo en su camino galopando.

• Que estas normas, sirvan a los jinetes para refrescar normas de cortesía y del buen hacer montado a caballo.