NoticiasRAID

Naroa Calvo, una Amazona en la Fórmula 1 del Desierto.

Naroa Calvo, una Amazona en la Fórmula 1 del Desierto.

En el periodico El Mundo en su seccion de deporte, escribe una crónica  Jaime Rodriguez,  de una de nuestras  atletas de Resistencia Ecuestre, Naroa Calvo en la  Sheik Mohammed Cup 100km de 2017.

«Naroa Calvo, una amazona en la Fórmula 1 del desierto.

              La jockey española Naroa Calvo, en  la Sheik Mohammed Cup 100km

Los jeques fichan a los mejores jinetes para competir con sus caballos en ‘maratones’ extremos de hasta 200 kilómetros.

Un ultramaratón en el desierto a 40 grados y a seis manos. Bueno, exactamente, a dos manos y cuatro patas, cuidadosa la jinete de sí misma y del caballo, porque de él, de su salud, depende su éxito para acabar pruebas largas de hasta 200 kilómetros. En eso consiste el raid, o la resistencia, una modalidad de equitación poco conocida en España pero que vuelve locos a los jeques de los Emiratos. Allí hay una jovencita española ganándose la vida y ganando también estas carreras extremas, donde hay que mezclar estrategia, velocidad y mimos al animal. Como los pilotos de Fórmula 1, Naroa Calvo debe sacar el mejor rendimiento de su montura para llegar lo antes posible a la meta. Pero siempre vigilando la maquinaria. En cada parada, obligada por el reglamento, un veterinario chequea al equino. Si está en condiciones, tiene luz verde. Pero si no, queda eliminado.

«Hay unos 45 minutos para descansar y alimentarnos», explica la guipuzcoana de 19 años, embarcada ahora en plena temporada aprovechando el invierno en las arenas. Más adelante sería imposible en Dubai o Abu Dhabi, con el termómetro hirviendo. Hace unos meses, Naroa se impuso en una carrera de 100 kilómetros. Y este sábado acabó segunda una de 120. La joven amazona se está haciendo un nombre en los Emiratos, donde los raids compiten en audiencia con el fútbol, hay piques entre las familias reales y el público sigue las competiciones en directo a bordo de sus deportivos. Hay tramos que avanzan entre autopistas, cortadas para que desde los coches se acompañen a los jinetes. Estas carreras se consideran la F1 del raid o endurance, con velocidades medias de hasta 40 kilómetros hora (en Europa es la mitad) y los últimos tramos convertidos en sprints a fondo.

En otros lugares, matiza Naroa, el raid es más táctico, pero en el Golfo Pérsico prima le velocidad. A más ritmo, más esfuerzo para estos caballos ultrafondistas. Un ejemplar de pura raza y campeón puede estar valorado en un millón de euros. Muy lejos, eso sí, de los grandes campeones del hipódromo, por encima en algunos casos de los 100 millones, como un delantero de primerísimo nivel. Pero el dinero no es ningún problema para los jeques.

El gran impulsor de la modalidad es precisamente el primer ministro de los Emiratos, Mohamed bin Rashid Al Maktum, dueño de más de 1.600 hectáreas en fincas en Extremadura y con un patrimonio que ronda los 12.000 millones de euros. «Gracias a él muchos extranjeros hemos venido a trabajar y competir. En España y el resto de Europa, o logras entrar en una cuadra profesional o si no, es imposible que puedas vivir de esta disciplina, apenas reconocida allí», cuenta Naroa desde las afueras de Dubai, en el trocito de desierto donde vive, entrena y da clases a los niños. Es la única contraprestación que exige el jeque y mecenas. «Los pequeños quieren ser jinetes de raids de mayores. Hay pasión por las carreras», relata feliz por la aventura. Su camino estaba marcado en una familia enamorada de los caballos. Con apenas 10 añitos ella y su hermana ya entrenaban en los cursos de equitación que se daban en la plaza de toros de Tolosa. Las dos acabaron más tarde en una cuadra de raid en Cataluña. El dueño les propuso la mudanza al desierto.

España, una potencia

Escarsi y Arabia, sus caballos, se quedaron en el País Vasco, cambiándolos por ejemplares con pedigrí de Australia, Sudamérica o también España, cuna de más de una yegua campeona del mundo. Una de las últimas es de Huelva. Animales de élite y jinetes ganadores. «Somos una potencia», afirma Ignasi Casas, el seleccionador nacional de resistencia, tras repasar los éxitos de los equipos nacionales, tanto juniors, con Naroa y otras chicas con proyección, como en categoría absoluta, donde destaca Jaume Puntí, campeón del mundo y de Europa. «A los caballos hay que adaptarlos a las diferentes superficies», detalla Naroa. La comunión con su compañero de viaje es clave en pruebas que pueden prolongarse hasta dos días. Casco, gafas, pañuelo… Su estampa, embozada y al galope, deja imágenes espectaculares. Los premios, ya sean en metálico o coches de lujo, se reparten entre los miembros de la cuadra.

«Ojalá el raid entre en el programa olímpico. Sería fundamental», reclama Naroa. «Hay un boom con la resistencia. Se considera un deporte verde, como el running o el mountain bike. Es la segunda disciplina hípica con más licencias tras los saltos«, dice el seleccionador, antes de recordar que el amor al caballo es la esencia de su deporte. Se deben controlar sus pulsaciones, siempre por debajo de 64 antes de pasar el control de salud en las paradas. Estos ejemplares, enjutos y fibrosos también como los atletas maratonianos, se preparan para que puedan recuperar el aliento lo antes posible. Y la victoria no llega al cruzar la meta en primer lugar, sino minutos después cuando el veterinario comprueba que el caballo ha llegado en buen estado.»

 Fuente:Naroa Calvo, una amazona en la Fórmula 1 del desierto | Más Deporte

Saludos de Gabriel.

Gabriel Gamiz

Jinete de Raid Juez de Raid

Deja una respuesta