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Los Caballos con Miedo no Aprenden.

Los Caballos con Miedo no Aprenden.

Tras unos días alejado del ordenador y de la vida cotidiana dentro del mundo de mi Blog, ya que he estado recorriendo tierras granadinas, así como sus pueblos de las Alpujarras, pueblos serranos en altitud y que tan mal lo están pasando los agricultores y ganaderos, ya que la seguía, aun con las nieves a pocos metros, pero los pastos para la alimentación del ganado están bajo mínimos, no así las huertas que si tienen esa abundante agua para su riego. Ayer mismo vi como regaban una huerta por el tradicional riego por acequias con inundación de los campos, hacia tiempo que no veía a un hortelano con su azada al hombro repartiendo las tejeas para regar sus habas.

Estos pueblos parece que se han quedado para el disfrute del turismo nacional e internacional que disfrutan de los paisajes y de las rutas que jalonan sus territorios.

Pues al volver al trabajo, me encuentro con este artículo del Blog de Pavo, que nos explican como los caballos con miedo no aprenden y nos explican las distintas circunstancias para enseñar y cuidad de nuestros amigos los caballos.

Este es el artículo:

«Los caballos con miedo no aprenden

El caballo, tras 6000 años de domesticación, sigue huyendo de lo desconocido. Su defensa primaria es correr, y su anatomía está diseñada para ese fin. Esto es así porque sigue siendo un animal de manada que cuando está solo siente temor. En la manada cada individuo tiene una función, y si el resto de la manada no se asusta, es que no hay nada que temer.

Además, tiene una gran memoria y poca capacidad de análisis. En momentos de peligro recurrir a lo aprendido es la única baza, si ocurre algo para lo que no tiene una respuesta basada en un aprendizaje, el recurso es huir.

En el Blog de Pavo hablaremos del miedo más instintivo y de sus consecuencias en el aprendizaje.

Cuando aparece el miedo el corazón se acelera, la respiración aumenta, aumenta también la presión arterial y hay una redistribución de la sangre en un intento de favorecer la alimentación y la oxigenación de los músculos en detrimento de otros órganos. Aumenta la liberación de glucosa a la sangre para tener más energía disponible. Disminuye el umbral del dolor…

En definitiva, se ponen en marcha una serie de mecanismos de los cuales no somos ni conscientes ni responsables. Todo esto, ¿para qué? Para poder sobrevivir huyendo a la máxima velocidad.

A lo largo de la evolución del hombre han aparecido otros mecanismos que inhiben el proceso de huida: vergüenza de que nos vean, educación en unas maneras de comportarse en sociedad, incluso la capacidad de razonar que es imposible que nos pase nada.

Pero, ¿qué ocurre en el caballo? Que no tiene estos mecanismos inhibitorios y correrá (“se irá de caña”) a pesar de lo que digamos o hagamos. En su instinto está sobrevivir huyendo sin atender a nada más, porque todas estas reacciones son controladas por el sistema nervioso autónomo, que como su nombre indica tiene autonomía propia. Ni la parte racional de nuestro cerebro ni la del cerebro del caballo es capaz de controlar el latido cardíaco, ni la dilatación de las pupilas, ni el riego sanguíneo, ni ninguna otra actividad fisiológica relacionada con el miedo.

Ahora que ya sabes que no se puede evitar las reacciones producidas por miedo, ¿estás de acuerdo en que cualquier castigo a una reacción por miedo no funciona?

A qué tienen miedo los caballos

Los caballos solo tienen miedo a dos cosas: a las que se mueven y a las que no se mueven.

Dejando aparte esta broma habitual entre jinetes, seguro que te queda claro que los caballos tienen miedo a todo lo que desconocen, así que tu solución será hacer que “conozcan” las cosas.

Su instinto les dice que lo desconocido puede ser un depredador. Si al caballo se le enseña que un perro es un amigo, no le tendrá miedo. Las líneas blancas de las carreteras tampoco se comen caballos, ni una manta que se seca al sol, pero tendrás que enseñárselo.

El jinete debe diferenciar calma, tensión, miedo y pánico en el caballo

Pongamos un ejemplo para entenderlo más fácilmente: vamos montando y nos encontramos con un puente de madera sobre un río.

Calma

El único estado en el que aprenden. Un caballo que confía en su jinete y un jinete que le proporciona tiempo a su caballo para conocer un obstáculo nuevo pasarán el puente cuando su caballo muestre las señales de calma. Si es necesario habrá que desmontar.

Tensión

El nivel más básico de preocupación. Probablemente si aprietas la pierna, usas la espuela, tensas las riendas y das un toque con la fusta, conseguirás que cruce el puente a toda velocidad, intentando pasarlo cuanto antes. Pero no aprende, simplemente ha sobrevivido. La próxima vez que tengas que pasar el puente, tendrás que volver a usar la pierna y el resto de las ayudas. Con un poco de suerte igual ya no necesitarás la fusta, pero ¿por qué le tiene menos miedo al puente? o ¿por qué sabe que después vendrá la fusta? Cuanto más se acerque a lo primero y no a lo segundo, mejor lo habrás hecho. Y seguro que se deberá al uso de más tiempo y paciencia que al empleo de presiones.

Miedo

No pasará, uses pierna, espuela o fusta. Recibirá un mensaje muy negativo porque al miedo al puente, se le sumará el miedo a ti, que le has dado un fustazo y un espuelazo, y no entiende el porqué.

Pánico

No solo no pasa, sino que se vuelve en dirección contraria y “se va de caña”. Muy probablemente te sucederá la segunda vez que intentes cruzar el puente tras haberlo intentado en estado de miedo.

Diferenciar en qué estado está tu caballo te ayudará a entender sus reacciones.

Si estás paseando con un caballo en tensión es fácil entender que, cuando aparezca algo que pueda asustarlo, pase rápidamente a las fases de miedo y de ahí a la fase de pánico.

Como minimizar miedos

Aprovechando esa gran memoria y las ganas de pertenencia a una manada que comentábamos al principio.

Todo lo que vaya aprendido, todo lo que vaya conociendo e incorporando a su memoria queda ahí como algo positivo si la experiencia fue positiva. Está en tu mano que la primera vez que se relacione con un perro (por ejemplo) sea una experiencia agradable.

Sabes que un potrillo sigue a su madre por donde sea, tanto si cruza un río como si sube al camión.

Aprovecha, mientras el potro no se desteta, a que aprenda muchas situaciones nuevas junto a su madre.

Damos por entendido que la madre reacciona bien antes esas situaciones, porque un potro que ve luchar a una madre para no subir a un camión no es el modelo deseado.

De igual modo aprende un caballo joven de otro con más experiencia con el que está hermanado. Usa un caballo sereno y con experiencia en los primeros aprendizajes de tu potro inexperto.

Se ha visto que aminoácidos esenciales, como el triptófano y la treonina, son necesarios para la producción de las hormonas serotonina y melanina, que tienen un efecto calmante y reductor de la ansiedad en el cerebro. Por eso, el uso de determinados suplementos que tengan estos aminoácidos puede disminuir esa reacción de miedo.»

Fuente:Los caballos con miedo no aprenden

Saludos de Gabriel.

Gabriel Gamiz

Jinete de Raid Juez de Raid

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