Las Ayudas, Lenguaje y Señales con Nuestro Caballo.
Las Ayudas. Lenguaje y Señales con nuestro Caballo.
Este es otro articulo de los publicados en el blog de mitiendahípica y que me ha enviado María Gimbert, para compartir con los lectores de este Blog.
Este es el articulo:
«LAS AYUDAS. LENGUAJE Y SEÑALES CON NUESTRO CABALLO.
En la equitación resulta esencial una buena comunicación entre caballo y jinete. Todos nosotros como jinetes nos valemos de un tipo lenguaje y una serie de señales que transmitimos a nuestro caballo para comunicarnos con él. Este tipo de comunicación es lo que se conoce como ayudas.
Existen dos clases de ayudas: las naturales y las artificiales. A su vez, podemos clasificar las ayudas en ayudas de impulsión, conducción, contención y retención.
Ayudas naturales.
Son aquellas en las que el jinete debe utilizar su cuerpo. Ayudas naturales son: la voz, las manos, las piernas y el asiento.
- La voz: utilizado para premiar, animar o calmar al caballo. Muy útil y de gran ayuda para los trabajos a la cuerda ya que nos permite comunicarle al animal que debe ir más despacio o deprisa o cambiar de aires. No es necesario gritarles ya que los caballos son animales con oído muy fino.
- Las manos: mediante las riendas, es la parte del cuerpo del jinete que está en contacto con la boca y nuca del caballo por lo que las señales transmitidas por las manos deben ser suaves. Además con las manos podemos aplicar las ayudas de conducción, contención y retención. De conducción porque, a través de la rienda que abrimos, se indicará al caballo qué dirección tomar. De contención porque, en los ejercicios de incurvación cuando el jinete mantiene la rienda pegada al cuello del caballo esta hace de pared y limita e impide la flexión lateral que se pide con la rienda opuesta. Y, por último, de retención dado a que, en función de la presión de los dedos y de las manos, podemos pedir reducir el ritmo, hacer transiciones y paradas.
- Las piernas: Son ayudas de impulsión o propulsoras y también de dirección. Realizando presión con las piernas por detrás de la vertical se estará pidiendo al animal más velocidad y un giro cuando la pierna exterior se atrase levemente. Importante tener en cuenta que no todos los caballos son igual de sensibles a la pierna, especialmente se debe ser cuidadoso en potros que se están domando y no ejercer excesiva presión si no resulta necesario.
- El asiento: ayuda de impulsión, conducción y retención. Además de permitir al jinete mantener el equilibrio, es una de las ayudas más importantes ya que en función de cómo se reparta el peso en el cuerpo de nuestro caballo estaremos comunicando una cosa u otra. Para aligerar el peso, el jinete debe inclinar levemente el tronco y enfocar más el peso en los estribos. También resulta fundamental en los giros ya que supone un soporte para el resto de ayudas dado que se dirige al caballo en la dirección del peso. Finalmente, en las paradas, también sirve de apoyo en el momento de cerrar los puños cuando nos sentamos y llevamos el peso hacia atrás haciendo al caballo detenerse.
Ayudas artificiales.
Aquellas que el jinete utiliza para reforzar las ayudas naturales. Generalmente estas ayudas se utilizan cuando el jinete y caballo están algo más avanzados. Las ayudas artificiales son la fusta y las espuelas, ambas siempre han de utilizarse con precaución y moderación y nunca como castigo, siempre como complemento.
- La fusta: Debe utilizarse únicamente cuando se ha pedido una ayuda con la pierna y no se ha obtenido respuesta. Se utiliza como ayuda propulsora que va desde el simple contacto hasta un ligero golpeteo. Existe una amplia variedad de fustas de diversos largos y disciplinas. Se pueden encontrar en el mercado fustas de salto (las más cortas), de uso general (de medida estándar), de doma (las más largas) y las trallas para los trabajos a la cuerda.
- Las espuelas: Solo debe usarse con caballos y jinetes avanzados y lo menos posible. A ser posible como última ayuda propulsora. Igualmente en el mercado se pueden encontrar de diferentes estilos desde inglesas, portuguesas o vaqueras y, también planas, de rueda o estrella.Por último, además de todas estas ayudas, es indispensable la serenidad mental del jinete para comunicar e indicar al caballo correctamente lo que se desea ejerciendo la intensidad justa sin crearle confusiones y sin generar castigo.»
Saludos de Gabriel.