casco, a nivel de la articulación del hombro estamos hablando de centímetros y ahí debemos contar con un par de factores anatómicos muy importantes.
La columna Cervical, que forma parte del eje central del caballo y que a ese nivel presenta una curvatura o punto de inflexión muy importante en el paso de las cervicales a las torácicas. Esa curvatura es un punto de inflexión muy delicado, no solo por la curvatura, sino por que de ahí parte un plexo nervioso (conjunto de nervios) llamado Plexo Braquial, que es el que va a dar toda la información neurológica y capacidad de movimiento a la extremidad anterior.
Y el otro factor anatómico importante es la falta de clavícula, los caballos no tienen clavícula y eso hace que la extremidad anterior se una al cuerpo por la musculatura, los huesos de la extremidad anterior no se unen al esqueleto del tronco por otro hueso, sino solo por músculos, eso le da una libertad mayor a la extremidad anterior si la musculatura es fuerte, en caso contrario, tenemos un punto débil en lo que se le llama el encuentro (donde se encuentran el tronco con la extremidad anterior). Por lo que si vamos un paso más lejos, lo que va a pasar en el caso donde el talón es más corto porque hay más peso durante más tiempo, es que todas las estructuras que aportan ese peso van a tener que alterar su posición original, de forma que no solo las articulaciones de dentro del casco, menudillo, rodilla, codo y hombro, sino que la columna cervical, van a verse afectado por el desplazamiento del peso hacia un lado y como consecuencia el resto de toda la columna vertebral tiene que trabajar para compensar esa situación durante 24 sobre 24 horas, así como el pie con el talón con menos carga va a crear una serie de palancas de fuerza sobre las mismas articulaciones pero en sentido contrario. Y eso nos va a conducir a alteraciones en las múltiples articulaciones de la columna vertebral en general y cervical más en concreto, así como alteraciones neurológicas y tendinomusculares.
Al final la consecuencia va a ser un caballo con la columna vertebral en forma de “C” o de banana.
En el trabajo
Otra causa de este complejo síndrome de talón alto – talón bajo en las extremidades anteriores puede ser totalmente diferente, aunque el resultado final sea el mismo, las otras posibles y frecuentes causas son, en el caso de los caballos jóvenes, por un estirón en el crecimiento, y el más frecuente es un bloqueo a nivel cervical o toraco-cervical por alteraciones de la boca del caballo (por motivos varios podemos encontrar dolor en la boca y como consecuencia el caballo va a intentar evitar ese dolor al contacto con el bocado y el contacto del jinete a través de las riendas, por ello, invertirá las cervicales y tensará la musculatura del cuello de forma invertida creando una presión a nivel del punto de inflexión crítico a nivel toraco-lumbar).
Otra causa frecuente es por el tipo de trabajo que obligue a cerrar más de lo normal la curvatura de la nuca y a abrir más la curvatura toraco-cervical, al mismo tiempo que se le pide impulsión en el tren posterior, ya que el punto de inflexión a nivel toraco-cervical es el punto de encuentro de dos fuerzas opuestas, la que se le pide de atrás hacia delante (en la impulsión) y la que se crea al limitarle esa impulsión con el bocado.
Cuando las cervicales bajas (quinta, sexta y séptima) están bloqueadas, suele ser a la derecha o a la izquierda según el lado donde se encuentre la causa original, y esta situación va a hacer que para aliviar y compensar dicho bloqueo el caballo cargue más peso sobre el lado afectado, y a partir de ese momento el casco del caballo va a comenzar a tener más presión y volverse más ancho y el talón más bajo, de la misma forma que al aliviar de peso la otra mano, el casco será menos ancho y el talón se hará más alto. Estamos en la misma situación que el caso anterior, pero lo que observan nuestros ojos es el casco de una mano más ancho con un talón más bajo; y el caso de la otra mano más estrecho con un talón más alto y cierta curvatura en general de la columna vertebral tipo banana o con forma de “C”.
En mi experiencia, si los caballos son jóvenes o en edad adulta, no muy mayores, la situación es solucionable, pero hay varios requisitos a seguir, además de trabajar en equipo, así como paciencia por parte del propietario y algo de tiempo, normalmente suele ser un proceso entre uno a dos años para equilibrar tanto los cascos de las manos como las cervicales y el resto de la columna vertebral.
El caso no se puede mirar como algo aislado, sino que es como una puerta de vaivén; ya que si intentamos arreglar el problema a través de los casco, el desequilibrio no se soluciona ya que tenemos una columna vertebral torcida, si intentamos solucionar el desequilibrio solo tratando las cervicales y la columna vertebral tampoco se soluciona porque tenemos los cascos de las manos creando unas fuerzas de presión muy marcadas, por lo que tenemos que tratar el problema desde varios planos y simultáneamente en equipo. El equipo consta de un veterinario dentista, un veterinario quiropráctico y un podólogo equino o herrador.
En estos casos y según mi experiencia el primer año de tratamiento, el podólogo debería ser especialista del pie descalzo, ya que es la forma de evolucionar mucho más rápido, ese trabajo conlleva una evolución del pie herrado al pie descalzo donde el propietario debe seguir las instrucciones del podólogo, que suele ir a equilibrar el caballo como mínimo una vez al mes durante los primeros tres meses y según la evolución ir alargando el trabajo podológico.
En paralelo el caballo debe ser tratado de una a dos veces al año por el veterinario dentista, para estar 100% seguro que el problema original no viene causado por dolor en la boca.
Así como el trabajo del veterinario quiropráctico, que debe hacer una sesión al mes para equilibrar y ajustar la columna vertebral al completo, durante los primeros tres meses y luego según evolución alargar las sesiones cada tres meses. En total suelen ser entre 10 a 12 sesiones en dos años.
A partir y en paralelo hay que valorar tanto la silla de montar como el trabajo que realiza el jinete y el caballo.
Se supone que si el equipo de veterinarios, podólogo y jinete trabaja en armonía se consigue como mucho en dos años tener un caballo con los cascos de las manos casi simétricamente perfectos, así mismo al compensar este problema, se están previniendo muchos problemas y lesiones tanto articulares como a nivel todo el sistema suspensor de las extremidades anteriores (tendones, ligamentos, etc) en la vida de dicho caballo.»
Saludos de Gabriel.