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La Importancia del Sudadero y Consejos para Elegirlo.

La Importancia del Sudadero y Consejos para Elegirlo.

En la revista Álvarez Deporte y Tiempo Libre de este mes de Octubre, que me remiten, nos aconsejan sobre el uso de los sudaderos en el trabajo con nuestros caballos. Articulo con unos buenos consejos, para escoger el sudadero más apropiado para el caballo y la disciplina.

Este es el articulo:

LA IMPORTANCIA DEL SUDADERO Y CONSEJOS PARA ELEGIRLO

«Cuando preparamos nuestra equipación de montar, a menudo pasamos por alto algunos detalles que, sin embargo, son de suma importancia y pueden marcar la diferencia a la hora de mejorar nuestro rendimiento sobre el caballo. Uno de los grandes olvidados por muchos jinetes es el sudadero.

La función principal de estas mantas es reducir la fricción de la montura sobre el caballo y repartir el peso de la silla sobre su dorso, absorbiendo el sudor y protegiendo su piel y nuestro equipo. Pero los sudaderos no sólo sirven para cuidar la salud del animal durante la actividad; también nos aportan confort y seguridad, influyendo en nuestra técnica y haciendo que ésta más o menos eficaz.
Si practicas equitación, probablemente hayas tenido alguna mala experiencia con los sudaderos.

Es muy común, sobre todo en jinetes principiantes, pensar que cualquier mantilla es suficiente para cumplir sus funciones. Sin embargo, esto está muy lejos de la realidad.

Elegir un sudadero inadecuado o poco resistente será contraproducente, ya que sólo nos durará unos meses y terminará rompiéndose, especialmente por la zona de la cincha y los bordes. Pero hay males mayores.

Como consecuencia del roce de estas mantas, pueden llegar a producirse heridas en la cruz de nuestro caballo e incluso erupciones causadas por reacciones alérgicas a tejidos poco adecuados. También puede peligrar nuestra integridad física si el sudadero resbala y se desliza, llegando incluso a caer al suelo. Por eso, es fundamental prestar mucha atención a la elección de este elemento y asegurarnos de que se adapta perfectamente a las características de nuestro animal, a la disciplina que practiquemos y a nuestra montura.

EL MATERIAL
Lo primero a tener en cuenta es el material con el que se ha fabricado. Existen muchísimas opciones, desde los clásicos sudaderos de piel de cordero o fieltro, por lo general más duraderos, hasta modelos más actuales fabricados en tejidos sintéticos. Éstos tienen una ventaja principal: son muy fáciles de limpiar —pueden lavarse a máquina— y no es necesario hacerlo tan a menudo como con los modelos tradicionales, que han de lavarse a mano y cepillarse cada poco tiempo.
 

Sea como fuere, hay muchos factores que influyen en esta decisión: si queremos priorizar la facilidad de mantenimiento, podemos elegir una mantilla de algodón hipoalergénico. Si preferimos confort, es mejor que apostemos por el algodón natural por la comodidad que aporta. En cambio, si montamos con mucha frecuencia o nuestro caballo suda demasiado, es preferible que escojamos una mantilla con nido de abeja para una mejor ventilación y secado. Mención especial merecen los de borreguillo; si el nuestro es de este material, debemos prestar atención a los nudos que se pueden formar al empaparse, ya que su roce con el caballo puede llegar a resultar muy dañino.

La variedad de materiales es amplísima: lana, neopreno, gel, espuma… Lo importante es mantenerlo siempre limpio y, a poder ser, utilizar uno distinto para cada caballo. Los sudaderos se empapan muy fácilmente y, al secarse, dejan una capa de suciedad que queda en contacto con el cuerpo del animal. Es así como pueden llegar a producirse rozaduras, infecciones y enfermedades cutáneas que, de otra forma, no existirían. Por este motivo, la recomendación básica para sacarle el máximo partido es clara: mantenerlo siempre en perfectas condiciones de limpieza.

EL CORTE Y EL DISEÑO
En este punto, es importante distinguir entre las mantas habituales —modelos muy sencillos de usar que simplemente se doblan y se colocan sobre el caballo— y los llamados sudaderos ‘pad’. Éstos suelen ser mucho más gruesos, estar compuestos por varias capas de tejido e incorporar relleno interno. Su forma se adapta a la de la silla de montar, por lo que es fundamental tener en cuenta las dimensiones de ésta a la hora de elegir uno: para las de doma, es preferible apostar por modelos de corte más recto. Sin embargo, si es completamente plano, la silla lo presionará y aplastará hasta causar dolor al animal. Para evitarlo, es fundamental que quede un poco elevado, sobre todo si nuestro caballo tiene la cruz muy prominente.

En cuanto al diseño, las marcas de equitación han ido fabricando en los últimos años sudaderos que conjugan funcionalidad, seguridad y estética. Hoy en día existen multitud de diseños y colores, con la posibilidad incluso de personalizarlos con el nombre de nuestro caballo o con nuestras iniciales. Pero éste no deja de ser un aspecto secundario. Lo importante es elegir un corte que se adapte bien a la modalidad de equitación que vayamos a practicar.

A priori, existen una serie de recomendaciones generales en función de los distintos tipos de monta:
• Para cualquier ocasión. Los más versátiles son los de algodón, de forma sencilla o tipo chabraca. Este tejido se adapta a casi cualquier situación, por eso es uno de los más utilizados en la fabricación de sudaderos.
• Para excursiones. Aunque, como es lógico, dependerá de la excursión y de sus circunstancias, lo generalmente recomendado para estas escapadas es elegir una mantilla con bolsillos que nos aporte funcionalidad.
• Para doma. Como ya hemos dicho, apostar por sudaderos profundos y algo más rectos de lo habitual suele ser la mejor opción para esta modalidad. La idea es que se adapten al faldón largo de la silla de doma.
• Para uso exterior. Suelen utilizarse modelos de estilo western o tejidos en algodón.

LA SUJECIÓN
Pero hay otro factor incluso más importante que el material o el diseño a la hora de elegir sudadero: la sujeción de éste a la silla de montar. Se trata de un aspecto crucial porque, si la sujeción no es buena, se formarán arrugas, se desplazará constantemente e incluso puede llegar a caerse. En este sentido, tampoco podemos pasar por alto las dimensiones de nuestro caballo. Elegir una talla adecuada es fundamental para asegurar el ajuste del sudadero.

En los modelos modernos, uno de los sistemas más empleados para garantizarlo son las correas de velcro, que se sujetan a la anilla de montura de tal forma que el sudadero quede fijo en la parte superior frontal. La mayoría también incorpora pasa cinchas para introducir por él los latiguillos de la montura e impedir que ésta se mueva, aunque hay muchas alternativas: cintas con hebillas, cintas que se cierran sobre sí mismas, bolsillos situados en la parte inferior del sudadero para introducir el faldón de la montura… Lo importante es elegir la que te resulte más efectiva y te aporte mayor seguridad.

OTRAS VENTAJAS DEL SUDADERO
Además, este elemento también sirve para resolver algunas eventualidades que pueden darse a la hora de elegir nuestra equipación de jinete.
Por ejemplo, si tenemos una silla demasiado ancha, colocar debajo un sudadero grueso es una opción ideal, especialmente en potros poco musculados o caballos con atrofia muscular. Así evitaremos el balanceo y podremos ir reduciendo poco a poco el grosor, a medida que el caballo vaya creciendo.
Si nuestra silla queda levantada por delante o por detrás, también podemos solucionarlo utilizando un sudadero. Para estos casos, los de estilo raqueta de tenis son la opción más adecuada.»

Fuente: Álvarez Deporte y Tiempo Libre.

Saludos de Gabriel.

Gabriel Gamiz

Jinete de Raid Juez de Raid

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