Entrenando Bajo la Lluvia con «Hacedora».
Entrenando Bajo la Lluvia con «Hacedora».
Esta mañana, después de dos días sin poder ir al campo a montar, por problemas de citas y de casero, he vuelto al campo para entrenar y he salido lloviendo, no muy fuerte la lluvia, ó como dirían mis amigos Asturianos y Gallegos, esos es solo orvallar, como nos decían unos niños en un verano que pasamos por tierras asturianas en Berbes, estábamos jugando al futbol en una pradera natural y empezó a caer un buen chaparrón, salimos corriendo para resguardarnos, y nos decían, seguimos jugando, que esto es solo un orvalleo.
Pues hoy he disfrutado de la lluvia montado en «Hacedora», con capote para no mojarnos mucho y al campo, hemos salido al paso por el camino del pino grande, donde hay mucho canto rodado en la cuesta y así ir limpiando y regulando los cascos descalzos de la yegua, pisando sin problemas por esas piedras, después de su grave accidente del año pasado, que la ha tenido catorce meses suelta en la piara y que en ese periodo de tiempo se ha recuperado, aunque nos la dieron por perdida, lo que hace estar un tiempo suelta en el campo rodeada de mulos.
Pero no todo en el desarrollo de una salida al campo es tranquilidad, hoy, al cruzarnos con una piara de ovejas, «Hacedora» empieza a ponerse nerviosa, botarse, dar medias vueltas, bajar la cabeza y tirar las patas, algo parecido a lo que nos pasó el día el día que llevaba a mis nietas desde su casa, muy cerca de la cuadra, cosas que no hacia ni cuando la estaba domando (No se me Quita el Miedo del Cuerpo.).
Aquel día del incidente con mis nietas, decía Gabriela, que es que le había picado una avispa, y creo que no iba mal encaminada, hoy pensé que una mosca cojonera, procedente de la piara de ovejas, se había instalado en la yegua. Y como no cedían los malos modos, ni el nerviosismo, me baje para buscar a la dichosa mosca, cosa que no encontré, así que pie a tierra tranquilizándola y dándole un poco de hierba, se le fue pasando los malos modales.
Al poco y viendo que ya estaba relajada, me vuelvo a montar y a un buen paso bajo la lluvia continuamos camino de vuelta hacia la cuadra.
Una salida al campo un poco extraña, ya que el incidente de hoy, nunca lo había tenido, demostración que siempre hay que ir muy concentrado cuando se va montado a caballo.
Los accidentes pasan sin esperarlos, pero si vamos preparados y atentos a los que llevamos bajo nuestro asiento, es más fácil salir del atolladero sin tener que sufrir una grave caída, que ya a nuestra edad, no es plato de buen gusto.
Esperemos que la lluvia siga a este ritmo, ya que si cae muy fuerte, pasa de largo por las tierras secas y solo causa destrozos. Y a los agricultores y ganaderos, lo que le hace falta es que, con la falta de hace el agua, no riegue bien esas tierras secas y deseosas de una buena y abundante lluvia.
Hacedora hoy en la suelta antes de salir al campo: Hacedora Noviembre de 2023.
Saludos de Gabriel.