Los Caballos que Tiran,Tiran y Tiran.

Los Caballos que Tiran,Tiran y Tiran.

En el Blog de Pavo que me llega hoy un artículo muy interesante para el manejo de nuestros caballos, creo que a todos los que manejamos caballos le habrá ocurrido este desagradable episodio de un  caballo tirando, yo puedo citar a uno de mis caballos que se colgaba muy frecuentemente, y es muy desagradable verlos tirar y tirar, unas veces rompen y otras se lesionan. Del que yo hablo, le compre una goma de atado, que decían que era una buena solución, pues del primer tirón la rompió. Poco a poco fue dejando la manía de tirar.

Creo que lo más seguro cuando un caballo entra en pánico y se pone a tirar, es haberlo atado con el nudo que se hace para poder tirar del extremo y desatarlo aunque esté tirando. Si te acostumbras a atar siempre con este nudo, ya lo haces automáticamente y el día que pase, que pasa hasta con los caballos mas tranquilos, puedas desatar con un simple tirón.

También tengo que hacer mención a la solución de la navaja, que en muchas ocasiones pueden solucionar el problema, y la navaja del caballista, (El Buen uso de la Navaja del Caballista.) que yo la llevo siempre, soluciona muchos problemas. Pero el hilillo de las pacas, que se pone por el posible tirón, y digo hilillo, no la cuerda completa, ya que esta puede ser tan fuerte como un ronzal y el hilillo de cuerda puede ser también muy peligroso para la seguridad de los dedos, ya que hay muchas amputaciones por culpa de estos hilillos.

Pues esto es lo que nos cuentan en el Artículo de Pavo:

«Los caballos que se cuelgan

Un caballo que se cuelga, ¿tiene un problema de comportamiento real, o solo responde de modo natural a sus instintos?

En el Blog de Pavo hablaremos de los caballos que se cuelgan, para que aprendas a prevenirlo y evitar las lesiones que se pueden producir.

Qué significa que un caballo se cuelga

Los caballos que tiran hacia atrás de un modo brusco e incontrolable cuando están atados (caballos que se cuelgan) suponen un riesgo para ellos y para quien intente liberarlos.

Cuando un caballo entra en pánico de este modo, no es consciente de que puede dañarnos o dañarse. Su instinto pone como prioritario liberarse, a cualquier precio, incluso el de resultar herido, de igual modo que si en la naturaleza lo persiguiera un depredador.

Las lesiones resultantes son muchas, a consecuencia de resbalones, caer de espaldas, quedar colgados por la cabezada, etc. Los caballos sufren desde rozaduras, contusiones y hematomas hasta lesiones de tendones, lesiones cervicales, fracturas, e incluso pueden morir.

Qué hacer si vemos un caballo que se está colgando

Lo primero que debemos hacer es liberarlo. Intentar calmarlo no funcionará, está en pánico.

Habrá que cortar la cabezada (casi imposible al estar el caballo luchando para liberarse) o el ramal (es difícil de cortar porque es grueso), con el consiguiente riesgo para la persona, al estar tanto tiempo intentándolo.

Para evitar esta demora debemos:

  • Atar siempre al caballo con nudos de liberación rápida, que se deshacen simplemente tirando del cabo suelto.
  • No amarrar directamente a las anillas de la pared, si no a un cordón más endeble, que pueda cortarse fácilmente, o incluso rompa por sí mismo. Un tipo de cordones que funcionan son los de las pacas de forraje.

Qué hacer para prevenir que un caballo se cuelgue

Deberemos distinguir la causa que lo ocasiona:

Quiere librarse porque sabe que lo consigue

Este tipo de “cuelgue”, en realidad, no lo es. El caballo no tiene miedo, solo quiere desatarse, de modo que juega con el ramal y tira, aumentando la presión poco a poco, hasta que rompe el cordón, el mosquetón, arranca el poste, etc.

Miedo de verdad

Bien porque haya algo externo que se lo produce, o bien porque su instinto natural les provoca entrar en pánico al verse inmovilizados.

Si el origen es el miedo, habrá que usar las mismas técnicas que para desensibilizar a otros miedos.  Aunque no es más que someter al animal al estímulo que le produce miedo, en pequeñas dosis, requiere de una persona hábil que sepa reconocer los límites y detener el estímulo antes de que el caballo entre en pánico.

Cuando el proceso está muy instaurado y los propietarios no estamos capacitados para restablecer el equilibrio y tampoco podemos enviarlo a un profesional, el único sistema que nos queda es atar al caballo con otro método que no sea la sujeción con cabezada, como meterlo en un box o en un corral portátil. Algunos caballos reaccionan bien al atarlos al suelo, lejos de una pared, porque solo relacionan el miedo con la pared (por una experiencia previa),  y porque, además, así el campo visual es más amplio.

Los caballos con miedo no aprenden, de modo que, cuando el caballo entra en pánico, cualquier voz intentando calmarlo, no funcionará. El mejor método es el entrenamiento previo. Diferenciar tensión, miedo y pánico, es el primer paso para aprender a minimizar los miedos, como te contamos este post del blog.

El potro nunca debe de ser atado antes de terminar los ejercicios previos de control con ramal en mano. Un caballo que no responde todavía a los paseos y órdenes con ramal, no debe ser amarrado, bajo ningún concepto, a un sistema fijo.

Lo que NO debes hacer

¡Cuidado con varios métodos (difundidos profusamente en internet) con cuerdas que rodean el tórax o el cuello! Algunos de ellos incluso recomiendan cuerdas finas. Se basan en que, cuando el caballo retrocede, sufre una molestia y entonces deja de ir hacia atrás. Esto, que en principio parece buena idea, puede terminar en un gran desastre.

Si decíamos que un caballo que entra en pánico luchará con todas sus fuerzas para liberarse, independientemente del dolor que sufra, ¿qué ocurrirá sobre ese cuello o ese tórax rodeado de una fina cuerda? Que los cortes serán irremediables.

Si el caballo, en su primer paso atrás, con suerte, lo hace con suavidad y se da cuenta de lo que ocurre, y todo va bien, ¿serviría de aprendizaje cuando, en otro momento, lo atásemos sin esa cuerda?

Cuando un caballo entra en pánico, busca una respuesta a cómo actuar basándose en lo aprendido previamente, si en su memoria no hay datos de aprendizaje, su respuesta es huir, y si no puede huir, luchará con todas sus fuerzas, incluso lesionándose.

A veces, evitar un mal nos trae otro mayor.

Otro sistema, del todo inapropiado, y que incluso atenta contra el bienestar animal, es atar al caballo, someterlo a un gran miedo y que luche contra el hecho de estar atado hasta rendirse. Es obvio que cualquier persona que quiera a su caballo o a su potro no debe permitir este sistema de entrenamiento.»

Fuente: Los caballos que se cuelgan  del Blog de Pavo.

Saludos de Gabriel.

Gabriel Gamiz

Jinete de Raid Juez de Raid

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