Crónica de una Madre, del Raid de Novallas (Zaragoza).

«Vivir con intensidad cada momento. Así lo hace. Ríe tanto, sufre tanto, se divierte tanto, se preocupa tanto y quiere tanto…. que todo es único y apasionante para él. Cualquier detalle insignificante es lo más importante que puede ocurrir en ese momento.

Para él, el mundo de los caballos es su vida. De una manera o de otra, pero con caballos. Y esos pequeños momentos con los grandes del raid, los vive con una intensidad abrumadora.

Que tiene una foto con Alex e Inguru, que Luque ha estado en su casa, que el buff que le regaló Jauma no se lo quita ni vestido de baturro en la ofrenda del Pilar, y ahora, que ha corrido con el equipo de Juan Carlos…. No cabe en sí. El subidón de hoy le va a durar una buena temporada.

Sabía que lo dejaba en buenas manos. Lo trataron como a uno más del equipo, de la familia. Le hicieron sentirse parte de ellos. Y no puedo estar más agradecida.

El cariño no requiere de grandes manifestaciones, son esas pequeñas miradas, gestos e intercambios que la gente hace gratuitamente, y que llenan el corazón sin poder explicar cómo ni por qué. Por suerte, es lo que Darío siente de estas personas que se va encontrando por el camino.

Da igual que no haya tenido el mayor palmarés de Campo Alegre, para él, sus trofeos son esos recuerdos y aprendizajes de todo lo que vive. Con ilusión de niño, sueña con sus ídolos, habla de ellos, enseña sus fotos, se apasiona, vive, grita, ríe, llora.

Si un hijo es feliz, su madre, doblemente feliz. Así me siento hoy.»

Gracias Mabel.

Saludos de Gabriel.