La cojeras son una de las mayores causas de visita del veterinario al caballo. Si nos fijamos en las extremidades de nuestro caballo podremos ver que en la parte más distal o inferior de la extremidad no existe una gran musculatura protegiendo los tendones y el hueso. Esto hace que estas partes corporales sean más susceptibles de sufrir lesiones ya sea por accidentes, malas conformaciones de los aplomos, edad del animal o desgaste por ejercicio.

¿Cómo podemos evitar estas lesiones?

Como siempre, un buen manejo antes, durante y después del ejercicio diario puede suponer la diferencia entre tener un caballo lesionado en la cuadra o tener un caballo que se encuentra en condiciones óptimas. Al igual que durante el entrenamiento y la competición le pedimos a nuestro caballo que dé el máximo de sus capacidades, nosotros debemos tratarles como deportistas que son y llevar unas rutinas de cuidado de sus extremidades.

Antes de empezar el ejercicio es muy importante realizar un buen calentamiento para evitar lesiones musculares, ligamentosas y tendinosas. Este calentamiento es el paso entre el caballo en reposo y el caballo activo. En él se producirá un aumento de la frecuencia cardíaca para aumentar la concentración de oxígeno en los músculos y en el organismo. Además se dará un aumento progresivo de la elasticidad de los músculos haciendo mínima la tensión sobre tendones y ligamentos.

Estudios han demostrado que durante el ejercicio los tendones aumentan su temperatura entre 6 y 8 grados. Subidas repentinas e intermitentes de esta temperatura por no haber realizado un calentamiento correcto pueden provocar la rotura de las fibras del tendón.

A parte del calentamiento es muy importante que al final de la rutina de trabajo se enfríe el caballo al trote y al paso durante bastante tiempo, por lo menos 15 minutos. En esta fase el caballo debe estirar y relajar los músculos para evitar la aparición de lesiones post-ejercicio.

protectores-de-frio

Una vez acabada la monta revisaremos las extremidades de nuestro caballo buscando algún punto de inflamación o de dolor. Después hay que ayudar a que las estructuras tendinosas terminen de enfriarse. Para ello existen una gran variedad de métodos como puede ser el uso de baños de agua fría, geles de frío y protectores o botas de frio. Uno de los métodos más usado es la aplicación de gredas a las extremidades, ya que su uso y aplicación es fácil y se obtienen buenos resultados.

¿Qué son las gredas?

Las gredas son arcillas que contienen sustancias volátiles, normalmente aceites esenciales, que ayudan al enfriamiento y recuperación de los tejidos. Después del trabajo se aplica una capa bien extendida en la zona de la caña y rodillas del caballo. Con el uso de la greda vamos a conseguir un descenso rápido de la temperatura de la extremidad y de sus estructuras internas. Una vez que la greda se seca, debe retirarse mediante abundante agua fría.

Existen gredas que se componen de arcilla blanca o caolín. Esta arcilla, a parte de ayudar a enfriar los tejidos no daña la piel y ayuda a regenerarla. El STAYSOUND de TRM a parte de caolín añade a su fórmula aceites esenciales, como el Aceite natural de Timo. La utilidad de este aceite radica en sus propiedades antisépticas. Haciendo seguro su uso sobre pequeñas heridas o abrasiones de la piel sin miedo a que éstas se infecten.

Algunas veces existen situaciones en las que el veterinario recomienda aplicar calor a la extremidad en vez de frío después del trabajo. Estos casos se dan cuando existe una patología crónica como puede ser una lesión antigua de tendón o artrosis.

STAYPHLO de TRM es una greda que se aplica caliente sobre la extremidad. Esta greda después de calentarse se aplicará sobre la extremidad del animal siempre asegurándonos de que no esté muy caliente y para no dañar la piel. Una vez aplicada, se vendará con papel o plástico y, una vez seca se retirará con abundante agua. Este producto, a parte del aceite de Timo contiene aceite de eucalipto que aumenta la circulación y tiene propiedades antisépticas.

Gredas-y-su-uso

Las terapias frío-calor

Tras las 24-48h de una lesión (fase aguda) y cuando la zona no se palpa caliente, es recomendable el utilizar terapias de frio-calor. En estas aplicamos primero frío para controlar la inflamación y posteriormente utilizamos tratamientos de calor para favorecer la circulación de la zona.

Es muy importante que las pautas de los distintos tratamientos las planee su veterinario ya que realizará un tratamiento específico para su caballo.»

Fuente:Uso de gredas para lesiones en caballos – Equinvest

Saludos de Gabriel.