Representación y Metáfora del Caballo por Selena G. Soto.

                                                                    Selena G. Soto. (foto de su archivo).

REPRESENTACIÓN Y METÁFORA DEL CABALLO DESDE LA  PREHISTORIA HASTA LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA.

Desde la bella Asturias, mi amiga Selena G. Soto, la Vocal de Raid de la Federación del Principado de Asturias, me remite un laborioso e interesante trabajo sobre la Representación y Metáfora del Caballo desde la Prehistoria hasta la Antigüedad Clásica.

 

Para los amantes de la historia y trabajos sobre el caballo, este esfuerzo de Selena en el estudio y búsqueda de la historia del caballo desde la prehistoria, les puede servir como base para estudios posteriores.

Este es el Primer Capitulo:

«REPRESENTACIÓN Y METÁFORA DEL CABALLO DESDE LA

PREHISTORIA HASTA LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA.


Historia del arte. Selena González Soto.

Introducción:
En el siguiente trabajo he tenido la posibilidad de aunar dos de mis grandes pasiones: la historia del arte y el caballo. Este proyecto me ha dado la oportunidad de ahondar en el pasado de este animal y en cómo desde los primeros tiempos de la humanidad se ha reflejado en el arte de diversas culturas. La cantidad de representaciones que tenemos del caballo en épocas tan remotas me ha llevado a querer saber más sobre los fundamentos de esta iconografía. Por todos es sabido que el caballo ha jugado un papel clave en el desarrollo de nuestra civilización, tal y como la conocemos hoy en día, por ese motivo he querido brindarle en este texto mi respeto y reconocimiento.

Índice:

1. El caballo en la prehistoria.
1.2.
El caballo en el paleolítico: presa e inspiración.
1.3. El caballo en el neolítico: un nuevo comienzo.
1.3. La edad de los Metales: la consolidación del caballo en la civilización humana.
1.3.1. Pueblos ecuestres: Hititas y Hurritas.
1.3.2. Los egipcios y la adopción definitiva del caballo.
1.4 Europa y el caballo: La edad de los metales.
1.4.1. El caballo en el arte ibérico.
1.4.1.1. Los celtíberos y el caballo.
2. El caballo en el arte clásico: Grecia.
2.1.
El caballo en la cultura creto-micénica.
2.2. Grecia: la mitología en torno al caballo.
2.2.1. Caballos divinos en las fuentes clásicas: La Ilíada, la Odisea y la Teogonía.
2.2.2. Bucéfalo: El caballo que conquistó el mundo.
2.2.3. Troya se rinde al caballo.
3. Roma: El caballo es prestigio.
5.1
. Roma y las carreras de cuadrigas.
5.2. De caballos y emperadores.

Capítulo 1: El caballo en la prehistoria.


1.2. El caballo en el paleolítico: presa e inspiración.
No existe otra especie de mamífero, más allá del caballo, cuya historia pueda ser reconstruida con tanta claridad por los investigadores, aspecto al que ha contribuido indudablemente el arte.
El estudio sobre la evolución del caballo tiene a su disposición una completa cadena de fósiles que llegan hasta el Eoceno, periodo del que data la especie más antigua de caballo conocida, hace 55 millones de años: este es el
Hyracotherium, vulgarmente llamado “Eohippus” o “el caballo del amanecer o caballo del oceáno”, del tamaño de
un zorro. Desde entonces, se descubren esqueletos pertenecientes a las diferentes etapas evolutivas del caballo, el cual adquiere cada vez una mayor alzada. El primer caballo legítimo “
Equus”, (Fig 1) es de la especie a la cual pertenecen todos los animales con casco (caballos, asnos y cebras).


La especie que podemos contemplar en los abrigos de las cuevas se asemeja mucho al caballo
przewalski, o al desaparecido tarpán, de aspecto robusto.
Se entiende que las manifestaciones artísticas realizadas por el hombre debían inspirarse en su naturaleza más cercana, en el entorno que mejor conocían. Esta cuestión resulta realmente interesante, pues a partir de diferentes pruebas gráficas nos permite conocer cómo era la morfología de estos caballos primitivos.
(Fig.2)

Las representaciones de caballos paleolíticas encontradas en las cuevas, en países como España o Francia, son muy similares, estos caballos son representados con una tonalidad más clara en el vientre redondeado, de capa castaña, patas cortas pero esbeltas, y coronado por una crin dura, espesa, corta y erizada. (Fig.3)


En la Península Ibérica existen tres tipos de caballos que se representan en el arte paleolítico. Para el veterinario Gonzalo Espeso del Pozo, estos tres tipos de caballos están bien diferenciados: dos pertenecen a la zona norte y serían de morfología más compacta, talla más reducida y perfil cirtoide (recto), capas de colores simples, piel gruesa y pelo largo como correspondía a animales salvajes de clima frío.
El caballo del sur, criado en un clima más templado y amable, presenta una cabeza más pequeña con líneas más finas y elegantes.
La figura de todos ellos fue dibujada y esculpida desde las primeras manifestaciones artísticas conocidas y, todas ellas, gozan de gran encanto. Debe tenerse en cuenta que sólo se conserva o se ha descubierto una pequeña parte de todas las representaciones que verdaderamente hubo. Lamentablemente en muchos casos las que conocemos han llegado a nuestro tiempo de forma parcial (Fig.4)
.

Muchas de las teorías sobre el arte prehistórico son suposiciones basadas en pruebas incompletas y muchas veces se han interpretado erróneamente al aplicar conceptos actuales a formas de vida muy antiguas y desconocidas.


Ya a inicios del siglo XX Hermilio Alcalde del Río, apasionado descubridor de diferentes cuevas en la cornisa cantábrica con arte rupestre, se sorprendió gratamente de aquellas pinturas que decoraban las paredes de Altamira:


“Careciendo yo de la amplitud de conocimientos precisa para poder tomar juicio de lo que
significaban aquellas edades prehistóricas, en que el hombre hacía su aparición, no acertaba a
persuadirme de que tales muestras de arte fueran producto de aptitudes del hombre habitante de
las cavernas (al que yo conceptuaba, creyendo en él por la garantía de la ciencia, de lo más
rudimentario que podía caber dentro de un estado de completo salvajismo).”


Son muchas las teorías sobre los motivos que impulsaron a los hombres primitivos a pintar en los abrigos de las cuevas, desde la más extendida “el arte por el arte” hasta autores convencidos de que puede tratarse de obras relacionadas con creencias, rituales mágicos o religiosos y con la caza. Sin embargo, algunas tesis apuntan también una finalidad estética, dado que las obras muestran un evidente interés por la armonía de las formas.

Aunque la interpretación del arte paleolítico es un aspecto en constante revisión, quizá y lo más probable, como apuntó Georges-Henri Luquet, la interpretación de las obras prehistóricas, siendo en gran medida una cuestión de apreciación subjetiva, engloba una interpretación múltiple entre la idea de “el arte por el arte” y propuestas en consonancia con rituales, magia y proto-religiones. Existen algunas figuraciones mágicas relativas a la caza, cuando aparecen animales heridos o representaciones de trampas, escenas de  acoplamiento y hembras grávidas o acompañadas de sus crías, relativas a la fecundidad. No obstante, hay otras representaciones con animales aislados o escenas que no permiten orientarse en uno u otro sentido, derivando posiblemente de la magia, pero sin que podamos afirmarlo con rotundidad.


Para Luquet, el arte es anterior a la magia y, por lo tanto, no puede ser justificado a través de ella. Lo más probable es que el arte en el periodo Auriñaciense se halla más próximo a la teoría del arte por el arte, se trataría de una iconografía desinteresada, que evoluciona en el Magdaleniense hacia una representación donde se puede detectar una evidente transición hacia un concepto estilístico que engloba otras motivaciones de carácter mágico y ritual.

Más allá de cualquier interpretación, en la mayor parte de las representaciones la figura del caballo es, junto a la del bisonte, la más reflejada desde la península ibérica hasta el próximo Oriente. En el paleolítico superior, el caballo reúne un total de 610 representaciones, seguido de cerca por el bisonte con 510. Además cabe destacar la figura del “unicornio” de Lascaux (Fig.5).

De hecho, no sólo vemos la figura del caballo en las pinturas y grabados de las cuevas, sino que también tenemos restos de arte mobiliar, numerosas figurillas y tallas con la forma del equino (Fig.6.)

En el paleolítico inferior, hombre y caballo ya se conocían, sin embargo, por las pruebas encontradas su relación se basaba en la de cazador y presa. Esta relación parece que desencadena una evolución en el paleolítico superior. En la cueva de Guattari, en el monte Circeo, entre Roma y Nápoles, parece que el caballo es valorado como algo más que una simple presa de caza ya que se encontraron sus cráneos colocados bajo losas, probablemente como ofrendas a un Ser Supremo.

Podemos establecer aquí una primera conexión entre el caballo y el ser humano, en el interés desde los albores de la humanidad por este animal que, desde sus primeras apariciones como protagonista del arte prehistórico, se queda para siempre. Recordemos que, en estos primeros tiempos, el caballo no fue más que un proveedor de carne. Las evidencias sobre su domesticación no aparecen hasta al menos el año 3.000 a.C. por lo que las representaciones están muy ligadas a la caza, de suma importancia para el hombre primitivo, puesto que de ello dependía la existencia del clan o tribu.

La mayor parte de los animales representados formaban parte de la dieta de un pueblo de cazadores y pescadores. Ante esta perspectiva, cobra interés la teoría que vincula sus iconografías a los animales con ceremonias mágicas para asegurar el éxito de la caza y esta idea fue apoyada por Begouen y Breuil. A esta teoría, se circunscriben las pinturas rupestres de las famosas cuevas de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria- España) que datan del 15.000 – 12.000 a.C y las de Lascaux (Francia) del 14.000 a.C. (Fig.7 y Fig.8.).


Además de estas tesis vinculadas a la caza, es interesante mencionar reflexiones que apoyan un trasfondo más profundo del significado del arte prehistórico, sobretodo en el arte del paleolítico Superior. Leroi-Gourhan y Laming-Emperaire apuntan que, tras el arte paleolítico, se puede escudriñar un sistema religioso basado en la dualidad femenino-masculino. Raquel Lacalle Rodríguez completa esa teoría añadiendo también un culto de base lunisolar, bajo formas de representación animal.

Según estas teorías, el caballo en yuxtaposición o acoplación con el bisonte, los dos grandes herbívoros con mayor representación, pueden remitir a una especie de dualidad sexual, en algunos casos el caballo se vincula al principio femenino. La asociación mujer-caballo, o contrariamente al masculino, dotando en este caso al bisonte de un significado femenino. La Venus de Laussel porta un cuerno de bisonte en su mano (Fig.9.) y en los frisos de Angles-sur-l´Anglin (Fig.10) y La Magdeleine se observan mujeres y bisontes. En esta misma cueva, también se puede ver un grabado dotado de dos perfiles: el de un hombre y el de un caballo.

En 1972, según Gourhan lo realmente importante es la existencia de este significado de dualidad sexual, representado a través del caballo-bisonte, y señala:


“que el caballo sea un símbolo masculino o femenino, en definitiva importa muy poco, especialmente si se tienen en cuenta todas las posibilidades que existen de que una combinación binaria se apta para asumir el valor de un símbolo de la complejidad de los sexos…”


Por su parte, Raquel Lacalle Rodríguez explora la posibilidad de una dualidad entre el día y la noche, el verano y el invierno, el sol y la luna. Sostiene que hay grupos de animales de simbología solar, como lo sería el caballo, y de simbología lunar, como lo sería el bisonte o el toro. Es sabido que el caballo se ha vinculado al sol en muchas culturas, el carro solar tirado por caballos:


“Entre los eslavos el caballo es un símbolo solar, atributo de la divinidad suprema, se dice que el caballo ve en las tinieblas. Entre los turco-mongoles representa al cielo o al Sol. Una leyenda de Buriato asocia al sol al caballo del espejismo. En los Vedas la cabeza de caballo es una expresión que significa el sol naciente. Al sol se le llama a menudo en los Vedas el caballo corredor, el veloz corcel, o simplemente el caballo. Max Müller recopila nombres y textos hindúes referentes al sol y al caballo. Hay un himno entero dirigido al sol como a un caballo.”

 

En el arte se han utilizado las figuras de animales para representar el día o la noche y son cuestiones fehacientes. En su teoría de vincular el caballo con el sol cabe poner el ejemplo de la representación en la cueva de Chauvet-Pont d’Arc, en el sur de Francia, donde cuatro cabezas de caballo se yuxtaponen a la de un rinoceronte, estas cuatro cabezas son alusiones a las fases o estaciones, opuestas a la simbología del rinoceronte como símbolo lunar (Fig.11)


En ocasiones, se observa la figura del caballo surgiendo de espacios en sombra, de la oscuridad, lo que puede evocar según Raquel Lacalle el nacimiento de la luz solar, en la madre tierra. En las Venus tumbadas de La Magdeleine (Francia) vemos una mujer acostada junto a un caballo, que refuerza esta lectura de nacimiento-caballo-sol.

Según Johannes Maringer, la mayoría de las antiguas religiones de pueblos cazadores son muy similares en cuanto a sus creencias. Un ser supremo, que puede ser una especie de deidad cazadora, espíritu de la naturaleza, señor de los animales, determinaba el éxito de la caza. También, unas creencias totémicas donde la fauna adquiría un espíritu que podía encarnarse en el propio cazador tras una serie de ritos.

Probablemente, nunca logremos una respuesta absoluta sobre el significado del caballo en el arte prehistórico, pero sí se plantea una cuestión difícil de resolver y es que el caballo, en determinados periodos, no era abundante entre la fauna contemporánea al hombre paleolítico, y tampoco era su presa favorita, puesto que era muy veloz y difícil cazar. Sin embargo, cuenta con el mayor número de representaciones, tanto en el arte parietal como en el arte mobiliar, lo que conduce nuestra reflexión en cuanto a estos primeros tiempos sobre alguna relación especial entre el hombre y el caballo. Quizás se sintieran atraídos de alguna manera por ciertos atributos del caballo, como su belleza, su estampa, su velocidad etc.

Bibliografía:
ALCALDE DEL RÍO, Hermilio. Las pinturas y grabados de las cavernas prehistóricas de la provincia de Santander. Santander, 1906.
CHARLISH, Anne.
Un mundo de caballos. Ringier AG, Barcelona, 1982.
DELPORTE, Henri.
La imagen de los animales en el arte prehistórico. GEA, Madrid, 1995.
FERNÁNDEZ CAAMAÑO, Rosa Elvira.
Los caballos en el arte y en la historia. Desde sus orígenes hasta la Edad del Hierro. Universidad de Vigo, Vigo, 2013.
LACALLE RODRÍGUEZ, Raquel.
Los símbolos de la prehistoria. Mitos y creencias del paleolítico superior y del megalitismo europeo. Almuzara, Córdoba, 2011.
RIPOLL LÓPEZ, Sergio.
Prehistoria I: Las primeras etapas de la humanidad. Uned, Madrid, 2010.
TRIADÓ TUR, Joan Ramón.
Historia del arte. Vicens Vives, Barcelona, 2009
VAQUERO TURCIOS, Joaquín.
Maestros Subterráneos. Las técnicas del arte Paleolítico. Celeste, Madrid, 1995.

Gracias Selena por tu trabajo de investigación y seguiremos leyendo tus siguientes capítulos.

Saludos de Gabriel.

Gabriel Gamiz

Jinete de Raid Juez de Raid

2 comentarios en «Representación y Metáfora del Caballo por Selena G. Soto.»

  • el 4 septiembre, 2021 a las 10:03 pm
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    Precisamente necesitaba decir gracias de nuevo. No estoy seguro de las cosas que podría haber creado en ausencia de esas sugerencias mostradas por usted en relación con dicho tema. En realidad, fue la condición difícil en mi opinión, pero descubrir una forma experta en que lo resolvió me obligó a saltar por encima de la realización. Ahora estoy feliz por su trabajo y además espero que descubra el gran trabajo que está haciendo enseñando a la mayoría de la gente a través de su página web. Estoy seguro de que nunca nos ha conocido.

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  • el 24 julio, 2021 a las 11:31 am
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    Comentario en las redes:
    Zita Mengual Garcia
    Buen trabajo Selena G Soto

    Selena G Soto
    Gracias Gabriel, un placer colaborar con tu blog 👏🏻

    Gabriel Gamiz Gomez Autor
    Administrador
    Gracias a ti por el trabajo realizado y por tu trabajo en la Vocalía de Raid de La Federación del Principado. Una labor informativa que los aficionados la agradecen. Saludos. http://blogelraid.com/
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    Luis Manuel Fernandez Fernandez
    Grande Selena G Soto. Y un gran trabajo🥰🥰🥰

    Federico Casillas
    Muy bueno!!!
    Podemos tener acceso al trabajo completo?
    Este es el capítulo 1.
    Me parece más q interesante!!
    Gracias a los dos.

    Selena G Soto
    Federico Casillas Gabriel lo irá siguiendo por capítulos ya que es bastante largo y técnico para subirlo completo! Muchas gracias!

    Federico Casillas
    Selena G Soto ya me he dado cuenta!!
    Estaré atento a las siguientes publicaciones!!
    Un abrazo y mil gracias por compartir este excelente trabajo.

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